Alquilar un piso en pareja puede ser una experiencia muy enriquecedora, pero también puede ser un desafío. Una de las mayores preocupaciones es la división justa de los gastos. En este artículo te proporcionaremos algunas sugerencias para que puedas dividir los gastos de manera justa mientras vives en un piso compartido.
Lo primero que tendrás que hacer antes de decidir cómo dividir los gastos es establecer un presupuesto conjunto que incluya todos tus ingresos y gastos. Esto puede sonar como una tarea abrumadora, pero es esencial para tener una visión clara de la cantidad de dinero que tendrás disponible cada mes.
Una vez que hayas establecido tu presupuesto conjunto, tendrás que decidir cuánto de este presupuesto se destinará a los gastos de vivienda. Es importante tener en cuenta los gastos fijos del piso, como el alquiler, el impuesto de bienes inmuebles, el seguro de vivienda y otros gastos mensuales. Una vez que hayas calculado estos gastos fijos, tendrás que dividirlos por dos para establecer cuánto deberá aportar cada persona.
Una vez que hayas establecido el presupuesto y la cantidad que cada persona deberá aportar, tendrás que hacer una lista de los gastos compartidos. Esto incluirá cosas como los suministros del hogar, el internet, la electricidad, el agua y el gas. También tendrás que tener en cuenta los gastos de los electrodomésticos compartidos, como la nevera o la lavadora.
Es importante tener en cuenta que algunos gastos pueden variar cada mes, como la electricidad o el agua. En estos casos, es posible que tengas que establecer un sistema de pago proporcional para que cada uno pague su parte justa de la factura.
Una vez que hayas establecido todos los gastos compartidos, deberás dividirlos proporcionalmente según la cantidad de ingresos de cada persona o según un acuerdo previo. Si decides dividir los gastos según los ingresos, tendrás que calcular el porcentaje del ingreso total que cada persona aporta. Por ejemplo, si uno de vosotros gana 1500 euros al mes y el otro solo 1000 euros, entonces el primero deberá aportar el 60% de los gastos compartidos, mientras que el segundo deberá aportar el 40% restante.
Si decides dividir los gastos según un acuerdo previo, tendrás que sentarte y acordar cuánto aportará cada persona. Esta es una buena opción si ambos ganáis una cantidad similar de dinero y si queréis dividir los gastos en partes iguales.
Una vez que hayas decidido cómo se dividirán los gastos, es importante asegurarte de que los pagos sean puntuales. Una buena idea es establecer un día específico del mes en el que se debe pagar la parte correspondiente de los gastos compartidos. También es importante asegurarte de que cada uno tenga suficiente dinero disponible en su cuenta para poder cubrir su parte de los gastos.
Por último, es importante mantener una comunicación abierta con tu pareja para asegurarte de que ambos están contentos con la forma en que se están dividiendo los gastos. Si alguna de las partes no está satisfecha con el sistema de pago, es importante estar abiertos a discutirlo y encontrar una solución justa para ambos.
Al dividir los gastos de manera justa, puedes evitar conflictos innecesarios y mantener una relación saludable con tu pareja mientras compartes un piso. Asegúrate de establecer un presupuesto conjunto, hacer una lista de los gastos compartidos, dividir los gastos adecuadamente, asegurarte de que los pagos sean puntuales y mantener una comunicación abierta. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de una experiencia de vivienda compartida sin preocupaciones.